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No volverás a tirar la vieja punta del destornillador

¿Tenés destornilladores viejos con la punta gastada y pensabas tirarlos? No lo hagas.

Hay una solución simple y efectiva para devolverles el filo y dejarlos como nuevos. Con una herramienta que muchos talleres o casas ya tienen —el esmeril de banco— podés recuperar esas puntas y seguir usándolas por mucho tiempo más.

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Este truco es ideal si querés ahorrar, cuidar tus herramientas y evitar desechar algo que todavía tiene vida útil.

En solo unos minutos y con algunos cuidados básicos, vas a poder afilar la punta y hacer que vuelva a calzar perfecto en tornillos.

Te contamos cómo hacerlo paso a paso y qué tener en cuenta para no dañar la pieza ni ponerte en riesgo.

Materiales necesarios

  • Punta de destornillador desgastada

  • Esmeril de banco

  • Guantes resistentes

  • Gafas de seguridad

  • Pinzas o soporte (opcional)

Preparación y afilado paso a paso

  1. Prepará tu espacio de trabajo
    Buscá una zona bien iluminada y ventilada. Usá guantes para proteger tus manos y gafas para evitar que te salte alguna viruta.

  2. Ajustá el esmeril
    Si tu máquina tiene regulación, ponela en velocidad baja o media. Esto te da más control y evita sobrecalentar el metal.

  3. Sujetá la punta con firmeza
    Podés hacerlo con la mano o usar una pinza si querés más estabilidad. Lo importante es que mantengas el ángulo original del destornillador.

  4. Esmerilá con cuidado
    Apoyá la punta sobre la piedra del esmeril y empezá a moverla suavemente, de forma uniforme. El ángulo ideal suele ser entre 30 y 45 grados.

  5. Evitá el sobrecalentamiento
    No presiones demasiado. Si la punta se calienta mucho, dejala enfriar antes de seguir. Esto evita que el acero pierda dureza.

  6. Revisá el avance
    Luego de unos segundos de trabajo, pará y observá la forma del filo. Si ya está afilada, podés probarla sobre un tornillo. Si todavía está redondeada, repetí el proceso con más suavidad.

  7. Limpieza final
    Una vez que estés conforme, apagá el esmeril, dejá enfriar la pieza y limpiá los restos de limadura. ¡Listo! Tu destornillador ya está otra vez operativo.

Consejos prácticos

  • No uses presión excesiva: el afilado debe ser suave y controlado.

  • Si querés un acabado más fino, podés pasar la punta por una lija o piedra para afilar manualmente.

  • Probá la herramienta en tornillos reales para ver cómo se comporta después del afilado.


Este truco es ideal para cualquier persona que trabaje en casa con herramientas o simplemente quiera evitar comprar cosas nuevas cuando todavía se pueden recuperar.

Una forma sencilla de ahorrar, reciclar y mantener tus herramientas listas para seguir funcionando. ¡Probalo y contame cómo te fue!

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