Estas albóndigas de garbanzos y berenjenas son una alternativa saludable, liviana y muy sabrosa para quienes quieren reducir el consumo de carne sin resignar el gusto.
Con apenas 50 calorías por unidad, son ideales para incluir en una dieta equilibrada, ya sea como plato principal, para una picada o acompañadas de una buena ensalada fresca.

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Además, son fáciles de preparar, rinden bien y se pueden adaptar a versiones sin gluten o veganas.
Ingredientes
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1 taza de garbanzos cocidos (pueden ser de lata, bien escurridos)
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1 berenjena mediana
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1/4 taza de cebolla picada fina
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2 dientes de ajo picados
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1/4 taza de pan rallado integral (o harina de avena si se quiere sin gluten)
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1 huevo (podés reemplazar por “huevo de lino” si buscás versión vegana)
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1 cucharadita de comino molido
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1 cucharadita de pimentón dulce
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Sal y pimienta a gusto
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Aceite de oliva para la cocción (opcional)
Preparación
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Lavá la berenjena, cortala en cubos chicos y cocinala en una sartén con un chorrito de aceite de oliva y una pizca de sal. Cociná a fuego medio hasta que esté tierna y algo dorada. Dejala enfriar.
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Procesá los garbanzos en un mixer o procesadora hasta formar una pasta gruesa. No hace falta que quede totalmente lisa, una textura rústica le da mejor consistencia a la masa.
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En un bol grande, mezclá los garbanzos procesados, la berenjena cocida, la cebolla picada, el ajo, el comino, el pimentón, sal y pimienta. Agregá el huevo y el pan rallado, y mezclá bien hasta obtener una masa firme. Si la notás muy húmeda, sumale un poco más de pan rallado.
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Con las manos apenas humedecidas, armá bolitas del tamaño de una nuez.
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Podés cocinarlas de dos formas:
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En sartén: con apenas un poco de aceite, doralas por todos lados.
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En horno: a 180°C durante 20 minutos, dándolas vuelta a mitad de cocción para que queden doraditas de ambos lados.
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Consejos
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Para servir, podés acompañarlas con una salsa de yogur natural, hummus o una salsita de tomate casera.
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Se pueden conservar en la heladera por hasta 3 días, o congelar antes de cocinarlas.
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Son perfectas como entradita en una picada, acompañadas con bastones de zanahoria o pepino.
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Si te gustan más crocantes, cocinalas en horno con un chorrito de aceite por encima o directamente en la sartén.
Variaciones
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Sin huevo: Usá un “huevo de lino” (1 cda de lino molido + 3 cdas de agua, dejá reposar 5 minutos).
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Más picantes: Sumale ají molido o una pizca de pimienta cayena.
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Sin gluten: Usá pan rallado sin TACC o directamente harina de avena.
¿Sabías que…?
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Los garbanzos son ricos en proteínas, fibra y minerales, lo que los convierte en una excelente opción para reemplazar carnes en comidas diarias.
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La berenjena, además de aportar textura, es baja en calorías y ayuda a reducir el colesterol.
Estas albóndigas son una forma práctica, sabrosa y económica de comer saludable todos los días.
Animate a probarlas y dejalas listas para tener siempre algo rico a mano.